El fuerte viento ha sido clave hoy en el campo barcelonés de El Prat. Pablo Larrazábal remonta y ya acecha a los líderes.
El recorrido catalán de El Prat mostro hoy toda su dureza en la segunda ronda del PGA Open de Barcelona hosted by Pablo Larrazábal que se está disputando en el exigente recorrido barcelonés. El viento, sobre todo el que sopló en los partidos de por la tarde, fue clave para que los jugadores sufrieran y apenas consiguieran arrancarle un tímido birdie al campo diseñado por Greg “Tiburón Blanco” Norman.
Y no hubo excepción ni perdón, ya que todos los jugadores perdieron su ventaja, labrada a base de sudor en la primera ronda, y tan solo el jugador aragonés Jorge Maicas (75 golpes), tirando de coraje, y el sueco Michael Lundberg (74 golpes), tirando de experiencia y veteranía, lograron terminar al par del campo, aunque es cierto que perdiendo golpes en el camino. Ambos comparten la primera posición del torneo al par del campo, en espera de los últimos 18 hoyos que sólo jugarán los primeros 40 jugadores clasificados más empatados.
Lundberg: “Hoy el día ha sido bueno considerando lo duro que estaba el día con ese viento extremo y los greenes cada vez más secos y más duros; era muy difñicil parar la bola. Con el resultado de hoy de +2 estoy feliz. Vamos a ver cómo está mañana, a mí no me importa jugar con viento, pero vamos a ver cómo está el campo.
El jugador local Jorge Feliú, sobrino del gran golfista nacional Nacho Feliú, no pudo con la presión y con 77 golpes, rebajó sus expectativas para colocarse segundo con +1, y, pese a todo, con todas las puertas abiertas.
Y es que los primeros puestos de la clasificación están en un puño, con la cuarta posición de Asier Aguirre con +2 y la remontada de un de los grandes favoritos del torneo, y patrocinador del mismo, Pablo Larrazábal que con una magnífica vuelta de 71 golpes, +3 tiene abierta todas las opciones de victoria.
Larrazábal: “Menos una hoy está bien. El día estaba duro, le han dado una vuelta de tuerca a los greenes y están más firmes y espero que mañana estén más. El campo en general no estaba fácil hoy y sabía que estando en número rojos podía estar en la pomada y a eso nos hemos dedicado sin un golf espectacular, tratando de no meterme en problemas y una vuelta de -1 en estas condiciones no es para quejarse. Y para mañana, yo no juego a otra cosa que no sea ganar, y a tres golpes de los líderes todo es posible. Si sigue soplando y los greenes están más firmes será muy divertido, y si no, también”.
Junto a él, empatados en la quinta plaza, media docena de jugadores de la talla de Mariano Galiano, Pep Anglés, Enrique Marín, Samu del Val o Eduardo de la Riva. Cualquiera del Top 5 puede dar la sorpresa en la ronda final del torneo.
Más declaraciones
Carlos Balmaseda (+5).- “Esta siendo una semana dura. El campo está duro para hacerles pocas, no se deja ganar fácilmente. Este torneo es una gozada. Estoy súper agradecido a Pablo Larrazábal, Álvaro Velasco, a El Prat y a la PGA por su puesto por empezar a colocarnos dónde debemos estar y jugar torneos como tenemos que jugar. Tener semanas como estas son muy especiales y espectaculares.
Y en cuanto a la vuelta de hoy, bueno, en cualquier otro lugar te hubiera dicho que uno arriba era mal resultado, pero hoy aquí. Con el viento, a partir del hoyo 9 he tenido que sacar el modo “supervivencia”, y por la tarde lo van a tener más difícil”.
El campo está preparado de una forma espectacular, los greenes rapidísimos, muy cercanos a los de Augusta; y además tienen poca entrada, un punto para dejar la bola, si no acabas fuera de green o el búnker o en la cuesta, y si además tienes una bandera complicada tienes que sacarla de la cabeza y pensar en un golpe más estratégico y buscando más el par que el birdie. Lo definiría como exigente en la salida, sólido en los segundos tiros y muy fino en los greenes.